La disposición de los
acontecimientos altera irremediablemente nuestros planes o expectativas, pero
estos por mas que nos pese en ocasiones es una parte infranqueable del camino.
Recién llegados a casa, Bianca casi nos saca de nuestro mágico estado:
-
Chicos os han llamado de España, para la venta de la casa de
Marbella, si estáis allí pasado mañana
por fin os libráis de ella, dicen que no se a cuento de que y por la falta de
un papel tenéis que estar de todas, todas.
-
Menuda faena, por que va ser imposible llegar en ese tiempo –
además no me apetece lo mas mínimo, espero
que esto ultimo solo lo haya pensado y no dicho.
-
Al parecer os han reservado vuelo, estando mañana a primera
hora en Salvador, no debería de haber problema – nada que no va a ver forma de
quedarse, piensa nuevamente Aruna.
-
Pues entonces no hay tiempo que perder, cuestión de recoger
algo de ropa y en marcha – apunta Philippe
-
Jooo pero la fiesta es esta noche.... – comenta Aruna un tanto
entristecida
-
Va ser complicado aunque se puede intentar, si todo va bien
son cuatro horas de coche....
-
Me da que no, a primera hora es a primera hora, ¿la una de la
madrugada! para ser mas exactos – aclara Bianca con un tono apagado y unos
ojillos tristes – Venga ducha, maleta y a la carretera, vamos amores animad esa
cara.
La verdad es que el momento no
puede ser mas inoportuno, pero así son las cosas, cuando llegan, llegan y no
cabe duda posible. La fiesta saldrá de lujo, los invitados lo pasaran fantástico y los encargados de dar la cara
en la faena dura también, esta pensada para el disfrute de todos y así será
como salga. El año que viene tendremos oportunidad de repetir o quizás antes.
-
Amor coge las rebecas y la ropa de entretiempo que tengamos,
seguro que al llegar a España se nota fresco.
-
Ufff no quiero ni recordarlo, cambiar el calor del verano por
el invierno, habrá que cargarse de valor.
-
Nada, chaquetones y capas de ropa, y la chimenea que no pare..
-
Con un poco de suerte estamos volviendo dentro de no mucho
tiempo, no quiero ni volver a coger costumbre de jerséis y chaquetones.
-
¿Que así sea!
Despedida lo mas rápida posible y
rumbo un poco antes de lo esperado.
Como cuesta salir de los caminos de
arena y ponerse a rodar por el asfalto, aunque la compañía de la selva durara
casi el camino completo, la oscuridad, la velocidad y el ruido del motor no
permiten disfrutar por completo la belleza y majestuosidad del paisaje.
Cuatro horas por delante, contando
que la diosa lluvia no haya decidido cortar nuestro camino y todos los puentes
estén en su sitio, que aquí cuando le da por llover no se sabe.
Una aventura mas y de nuevo en
forma de viaje, un viaje prematuro y sin planificación alguna, hay que
adecuarse a los designios, una buena sonrisa y adelante.
Aruna esta bellísima, la tenue luz
cada vez que cruzamos algunos de los pequeños pueblos por los que pasa la
carretera ilumina su perfil, a pesar de no desear este viaje, el movimiento
tiene algo que excita en el interior de nuestra alma, nuestra alma nómada, y
esa excitación se refleja en su rostro, su constante sonrisa, el brillo en los
ojos, su pronunciados pómulos.
-
¿Te apetece algo de comida amor?
-
Pues la verdad no tengo mucha hambre vida, quizás luego cuando
lleguemos al aeropuerto, ahora mismo el estomago lo tengo algo cerrado.
-
¿ Pero te encuentras bien?
-
Si, si, no te preocupes, es solo el cambio de planes y lo
precipitado, en el fondo en lo único que pienso es en llegar y acabar cuanto
antes con esto.
-
De lujo, paro a por algunos boliños y unos zumos y seguimos la
marcha, porque después de este pueblo hay un par de horas que no tenemos casi
nada abierto
-
De acuerdo amor, come tu algo, yo voy a poner algo de música,
¿por cierto como va de gasolina?
-
Esta lleno, hace solo dos o tres días que lo llene, en
principio llegamos.
El trafico de Salvador parece estar
siempre en hora punta, es increíble la cantidad de vehículos que pueden llegar
a encontrarse en cualquiera de sus calles y avenidas, siempre cálidas y
populosas, a pesar de ser altas horas de la noche, la ciudad deseando de
atraparte con sus miles de carteles y señales, dispuesta a conquistar tu
atención a través de sus colores de sus sonidos. Pero al fin y al cabo, a pesar
de todo, sigue siendo una urbe mas, una inmensa urbe que se olvida del ser humano, para centrarse en su propio
desarrollo. Cruzarla rápido, sin prisa,
llegar al aeropuerto, embarcar las maletas, un pequeño descanso y al
avión. Vuelta a la vieja Europa, quien sabe por cuanto tiempo y con que
propósito.
Aparcamiento, maletas, un
cigarrillo y para dentro. El siglo XXI parece llamar inexorable, todas las
luces juntas, tantas señales, empiezo a sentir un leve cansancio, el día ha
sido largo y el descanso en el avión no promete ser muy acogedor.
-
Philippe!! Philippe!!
No me lo puedo creer Juliana, a
estas horas por el aeropuerto y por lo que veo con maletas también.
-
¿Qué tal tesoro?
-
Pero bueno como tu por aquí no decías que no querías ni ver un
aeropuerto mas ¿y esta maravilla de pelirroja de donde la sacaste?
-
¿De veras que no os conocéis? No me lo puedo creer...pero si
te hable mil veces de ella... es Aruna
Aruna, con cara entre sorpresa y
desconcierto, sonríe formal y extiende la mano, pero no se ve que tenga mucha
ganas de entablar conversación.
-
Aruna, ella es Juliana, es la jefa de cocina en la panadería,
la que hace los fantásticos bollos de carne y todos esos dulces que comemos, la
verdad es que cocina como las diosas.
-
¡¡Ummmm que delicias!! encantada de conocerte con la de
veces que hemos desayunado allí y en
ninguna hemos coincidido, después del desayuno aprovecho para conectarme un
poco a internet y pasa el tiempo volando, en la casa no se si te habrá
comentado que la cobertura es un poco inestable y aprovecho allí...
-
Que va siempre viene a preguntadme por las recetas y por los
ingredientes que uso, y a dar la lata con los productos orgánicos.... -mientras
se encoge de hombros y pone cara burlona.
-
Uy me suena de lo que me hablas
Las risas entran en juego y la
empatia entre las dos comienza a fluir. Juliana se gira y nos presenta a un
apuesto y muy bien proporcionado joven que la acompaña, no creo que tenga mas
de 24 años.
-
Os presento a Rodhes, un delicia que me encontré en la playa y
decidí quedarme – su carcajada se hace notar y Aruna no duda en comentarle
-
Pues muy bien que has hecho, se le ve estupendo – y nuevamente
las risas suben entre las dos.
Rhodes y yo estrechamos las manos,
y nos miramos también con cierta complicidad. Tiene la misma cara de cansancio
que yo, pero da dos besos Aruna y me comenta sonriendo:
-
No son fáciles – mientras me guiña un ojo
-
Pero son las mejores
-
Y por eso las adoromos
Parece un tipo majo, y si Juliana
lo aguanta, sabrá bien lo que hace, una mujer que cocina así no puede estar muy
equivocada.
-
¿ Y para donde vais?
-
Madrid, salimos a la una en principio
-
No me lo puedo creer, entonces me da que volamos juntos
-
Soltemos las maletas que tenemos poco tiempo que perder.
Entre charla y charla la cola de
espera pasa rápido, liberados del equipaje toca disfrutar de las tiendas y
sobretodo de la estupenda librería, cuando estas en determinados lugares
aprendes a estimar el valor de una buena estantería llena de libros, y ya que
hay que pasar por delante, que mejor que al menos cinco minutitos entre libros.
-
Nosotros vamos a entrar en la librería, si os apetece –
comenta Aruna a la entusiasmada pareja.
-
No mejor nos vamos tomando un refresco, nos vemos en la sala
de espera – cogiendo a su nuevo compañero de la mano, camina picara como
siempre suele hacer – ¡disfrutad de los libros! – la oímos decir mientras
entramos y ellos se alejan destino alguna cafetería.
-
Disculpen, pero estamos cerrando.
-
¿Nos permitirían cinco minutos?
-
De acuerdo, cinco minutos mientras cerramos y acabamos de
recoger
-
Mil gracias, de corazón.
Estanterías llenas y poco tiempo,
veremos como sale esto.
-
¿Ves alguno que te apetezca cielo?
-
Este hace tiempo que me apetece...igual de hoy no pasa
-
Pues no te lo pienses, que nos queda un buen rato hasta
Madrid.
Sin casi darme cuenta, estamos
sentados en el avión y la azafata esta dando las instrucciones de vuelo, y
bingo!! mas suerte imposible, fila central de cuatro asientos todos para
nosotros, no es primera pero sirve de ayuda a la hora de descansar un poco mas.
-
¿Tu tienes algo que ver con esto verdad?
-
Claro..para algo una conoce gente en este mundo.
-
Psssss, pssssss – un característico siseo que suelo oír en la
cocina de la panadería suena bastante cercano y girándome a mi izquierda me
encuentro con Juliana y Rhodes - Ola chicos! Parece que vamos a estar muy cerca
todo el vuelo ¡Perfecto!! ya veo que de suerte vais bien, luego os visito
-
Cuando quieras....así me cuentas alguna recetita, que este, a
veces comparte lo que quiere conmigo
-
Por supuesto belleza, estos muchachos, ya después hablamos un
rato de recetas o lo que surja
La rutina de volar grandes
distancias no es que sea uno de mis fuertes, pero hoy afortunadamente el tiempo
pasa veloz, toda eso de la comida envasada y esos protocolos de ventas, me
acaban resultando tedioso, pero hoy no, hoy todo pasa con fluidez, y las luces
se empiezan por fin apagar, a ver que trae la primera película, esperemos que
un poco de humor, antes de caer en los brazos de Morfeo.....
Wald Elfi
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