Parte 1
La tarde cayo pronto, sin saber como había llegado hasta
allí estaba disfrutando sin comparación posible de un espectáculo sublime, uno
de los momentos mas placenteros de los últimos tiempos, sus sentidos palpitaban
con los matices del horizonte, podía oír su corazón latir acompasado con los sonidos que emitían las olas al chocar
contra la orilla, la espuma brotaba entre las olas en el justo momento que
caían contra la bajamar soltando vapores que se fundían con el brillo
fulgurante de un sol que hacia poco se puso dejando sus dominios al influjo de
la luna.
El rugido de la selva se podía sentir a sus espaldas,
cientos de sonidos intercaladas en la mas armoniosa sintonía, llenando los
oídos, callando la mente, elevando el alma. Los tonos rojizos inundaban el
entorno, podía sentir como los ojos se relajaban mientras la intensidad de luz
convertía el lugar en un sitio acogedor, intimo, mi rincón en el mundo.
A mi derecha podía disfrutar de una postal soñada....la
selva cayendo sobre la playa blanca, el oscuro rió zigzagueando por la arena, conectando la floresta mas salvaje con
el mar, las potentes olas embistiendo una y otra vez, empujando el agua sobre
la arena, dibujando miles de formas a su paso.
Mi izquierda era un lugar frecuentado, unas grandes piedras
pulidas por el juego entre la arena y el mar habían creado un altar mágico, los
pilares estaban compuestos por unas placas lisas encastradas a dos grandes
bloques que a su vez ejercían el papel de columnas, desde arriba por la zona
central brotaba profusamente un agua burbujeante que formaba una poderosa
catarata, siempre permanecía muy cálida, tanto que en la estación fría cuando
la temperatura rara vez baja los veinticinco grados y el agua del rió baja algo
mas fresca de lo habitual, es común ver la población nativa bajar para tomar
sus baños en esta agua casi termales.
En esta ocasión, al contrario de otras muchas, me encontraba
algo mas resguardada de lo normal, no se si el calor o la mala noche anterior,
pero me encontraba despertando de una siesta reparadora, y el momento no pudo
ser mejor.
Bordeando la catarata el paso del tiempo y sobre todo de los
visitantes se había formado una tosca escalera tallada en la misma piedra, la
separación entre los escalones y el largo y dificultoso sendero hasta llegar
allí, convertían la playa en un lugar exclusivo de gente en buen estado físico
o gente de mar, que arribaba hasta aquí en las mas variopintas embarcaciones.
Con el juego de luces no pude diferenciar quien descendía
entre los escalones, podía adivinar dos piernas poderosas, un cuerpo fino y
trabajado y una cabellera larga, pero mi situación distante y apartada no me
permitía ver mas. Se dispuso a los pies de la caída de agua, dejándose atrapar
por el poderoso torrente que fluía limpiando su piel, su cabello, movía sus
manos sobre su cuerpo delatando que aprovechaba el momento para tomar el baño
del día, era curioso pero la silueta me resultaba extrañamente conocida. Decidí
volver a tumbarme sobre mi pareo, era un momento mágico, por el este podía ver
como la oscuridad avanzaba mostrando las primeras estrellas sobre un fondo azul
terciopelo, los últimos tonos cobrizos bañaban las aguas del mar inundándolo
todo con un terrible calor que a pesar del acecho de la noche parecía ir en
aumento. El sonido de la selva crecía por momentos llegando a convertirse en un
sonido mas industrial que melódico, una suave brisa comenzó a levantarse
invitando a la vegetación a un baile acompasado, rítmico, casi sensual.
Súbitamente me sentí bloqueada, un fino y largo hilo de mi
pareo se enredo con mi pierna, dándome la sensación de ser agarrada. Menudo
susto me lleve, sentí como mi bello se erizaba, como mi corazón casi se para, y
un frió sudor empieza a recorrer mi espalda, un simple hilo fue capaz de
activar todo mi ser, de repente todo mi cuerpo se lleno de vida, del susto
pasajero mi imaginación empezó a fantasear con la posibilidad de que alguien me
hubiese tocado en realidad, que hubiese dejado su mano sobre mi, comenzando en
una acaricia suave, recorriendo toda la longitud de mi pierna, descubriendo
cada rincón de mi piel......en ese preciso momento un estruendoso sonido saco
todo mi ser de ese momento tan intimo, en el pueblo cercano las fiestas
patronales eran celebradas con efusión, festejando la mas popular de sus
celebraciones la primera luna llena de verano.... decidí que era el momento
perfecto de tomar un largo baño y relajar el cuerpo disfrutando del calor del
agua estival, tras levantarme observe como la catarata estaba totalmente
despejada, pensé que seguramente tras la ducha el joven volviese hacia el
pueblo, limpio y dispuesto a una noche de baile, bebida y fiesta.
Bajaba de la duna donde me encontraba disfrutando con la
sensación de mis pies al hundirse en la arena, la fragancia de las flores
inundaba mis sentidos, y la postal ante mis ojos relajaban mis pensamientos. En
el momento que el agua toco mis pies no pude resistir correr al encuentro del
mar, me zambullí sobre el agua sintiendo en ese momento como confiada por mi
soledad y la hora que era no le di la menor importancia a encontrarme desnuda
jugando entre las olas, me relaje pensando que ya era tarde y que nadie me
vería en ese estado. Tras dejar mi cuerpo satisfecho de agua, emprendí el
regreso hacia la orilla, dejándome llevar mientras la fuerza del mar me
empujaba en todo mi interior, tocando profundamente toda mi intimidad, por un
momento sentí que quería entrar dentro de mi.... una vez llegue donde el océano
y la tierra se funde en uno, me incorpore y me puse dirección al chorro de agua
dulce que caía desde lo alto de las piedras, quería limpiar toda la sal de mi
piel, no me podía permitir otra noche privada de sueño.
Casi llegando me percate de que no solo el joven no se había
ido si no que en ese momento se encontraba en un momento un tanto personal, se
encontraba apoyado contra los pilares, se le veía cómodo sobre todo por el
estado en el que se encontraba su miembro, estaba masturbándose a menos de
cinco metros de mi, y yo parada boquiabierta y sin saber que decir.
Sin duda el tamaño de su miembro tuvo buena culpa de mi
estado, jamás había visto cosa igual, mis propios pensamientos me llegaron a
ruborizar...quería tirar me sobre el, devorarlo, comerlo, sentirlo en mi
boca..... pero mi moral o no se que me impedían seguir mis instintos mas
salvajes y provocadores..... también saber que mi marido esta a no mas de diez
minutos de aquí.....cuantas veces me había dicho de traer a un hombre de color
para satisfacer mis apetitos mas voraces......y ahora allí estaba frente por
frente.... un suspiro broto de entre mis labios y el joven exaltado, quiso
recomponerse y taparse, moviéndose bruscamente y resbalando con la piedra
pulida... en ese momento pude verle el rostro...ya decía que me parecía
familiar se trataba del joven que vi bailando la noche anterior en uno de esos
típicos espectáculos tan brasileños que juntaba lambada, samba y algún baile
típico africano... cuando se repuso y por fin recupero la compostura, su cara
de asombro subió dos tonos tras percatarse de mi desnudez, sus ojos me recorrieron
centímetro a centímetro deteniéndose especialmente en mis pechos y mi sexo.
Levantándose y comportándose con total normalidad se vino hacia mi y se
presento:
- Mi nombre es Dudu – dijo con una voz varonil que
rápidamente me transmitió seguridad – Disculpa mi comportamiento creí estar
solo en la playa...
- No te preocupes hombre, culpa mía por no verte
antes....soy Aruna... además es algo natural.
Extendió su mano hacia mi y yo le respondí igualmente, sus
dedos eran grandes, potentes, vigorosos, su mano transmitía fuego en ese
momento callo en la cuenta que era la misma mano que estaba usando durante su
masturbación. Rápidamente la retiro mostrando claramente como se ruborizaba por
lo que acababa de hacer.
- Mis mas sinceras disculpas – expreso Dudu
- Nada hombre – dije mientras se me escapaba una sonora
carcajada – total, iba para la ducha de todos modos – comente mientras señalaba
la cascada de agua que caía junto a nosotros.
- Pues adelante, hoy viene mas caliente que de costumbre,
que la disfrutes – me dijo mientras se disponía camino del mar
Me dispuse a entrar bajo el flujo de agua mientras me
deleitaba con la hermosa figura que veía irse , tenia una melena rizada muy
semejante a la de mi chico, unos hombros torneados y trabajados daban paso a
una espalda gigantesca, esculpida hasta el mas mínimo pedazo, justo donde
comenzaba su pareo se insinuaban dos grandes y fuertes glúteos, que a su vez
coronaban dos largas y bien formadas piernas, justo cuando llegaba a sus pies,
vi como dejaba caer a un lado su pareo en la arena, dejando ante mis ojos todo
el esplendor de su tan apetitoso trasero. En ese momento giro, sonriente
levantando una de sus manos para saludarme, mientras me lanzaba un beso con la
otra, justo cuando giraba pude entrever nuevamente sus increíble miembro viril.
El agua recorría desde mi nuca hasta mis pies, arrastrando
consigo cada grano de sal de mi piel. Cerré los ojos dejando mi cabeza flotar,
azotada por la imagen de ese cuerpo delante de mi, turgente, erecto. No se si
eran las palabras de Dudu o realmente el agua bajaba con una temperatura
anormal. Mas que refrescar abrasaba mi piel, abriendo cada poro, relajando mis
músculos, sentí como las piernas comenzaban a flojear y como tenia un deseo
irremediable de tumbarme en el suelo para sentir todo el poder del agua sobre
mi.
Sentía como caía sobre mi vientre, mis pechos, mi cuello, mi
rostro, acariciaba mis piernas, derramándose contra mi vagina, en un goteo casi
precioso sobre mi clítoris que elevaba la temperatura de mi cuerpo, acalorando
cada rincón de mi anatomía, bombeando sobre mis tetas, los pezones me pedían
ser tocados, pellizcados, amasados...en realidad querían ser besados, chupados,
mordidos.....por un momento estaba volviendo a mi aislamiento, volvía a olvidar
el mundo exterior, percibiendo una vez mas como mi sensualidad explotaba dentro
de mi, dejando que mis manos recorriesen mi intimidad tocando y jugando donde
ellas quisieran.
Mientras me perdía en un mal de emociones y sensaciones, una
risa juvenil y un tanto picara invadió nuevamente mi intimidad.
- Lo siento, mientras bajaba vi alguien en la cascada pero
no pude imaginar que estarías tan a gusto – Me comento mientras me soltaba dos
besos casi sin enterarme.
La escena era un tanto surrealista, yo completamente
desnuda, en una playa de ensueño, a miles de kilómetros de casa, disfrutando
con un agua densa y caliente, soltando toda mi
desbordante imaginación, un mozo interesantísimo disfruta de un mar
acogedor, y una rubia desbordante, tapada con la expresión mínima del bikini,
me estampa dos besos sin conocerme de nada.
- No te preocupes – le respondo balbuceante
- Veo que ya conociste a Dudu – me suelta señalando mi mano
sobre mi monte de venus
- Solo me retiraba la sal – intente contestarle
- No te preocupes mujer, te entiendo mejor que nadie, me
ocurre casi todos los días, es verlo y empezar a acariciarme. Por cierto mi
nombre es Regina – volviendo a darme dos besos
- Yo Aruna, encantada....
- Y tanto nada mas hay que verte – dijo mientras soltaba una
risa picara – ahora volvemos, voy al agua por el.....
Me quede nuevamente sola, en ese momento pensé lo que le
gustaría a mi chico ver toda esta situación...Una pareja desconocida, yo, la
playa....la situación no podía tener mas morbo...o quizás si....
- Aruna!!
No me lo podía creer, solo
acababa de pensar en el y allí estaba...
Parte 2
- Philippe!! -
exclame mientras un escalofrió turbador recorría mi columna vertebral,
descargando contra mi cerebro a una intensidad que aun sigo sin poder explicar,
todos mis pensamientos emitían un erotismo arrollador, rara vez dejaba mi mente
volar con tal magnitud, solía ser contenida, la parte racional de la pareja,
pero esta vez era diferente, podía verlo desnudo junto a mi, saboreando los
placeres mas sublimes de mi cuerpo, podía sentirlo en mi, a pesar de que aun no
existiese contacto entre nosotros, la calidez interior sobrepasaba los limites
de mi creciente imaginación....
Se acerco hacia mi, en los que me parecieron los segundos
mas largos de mi vida, podía verlo caminar pero mi percepción era de una
tremenda lentitud, cada paso suyo parecía una eternidad, los escasos metros que
nos separaban se convirtieron en una maratón interminable, donde la única meta
posible era acabar en sus brazos, esos brazos que tantas veces me habían
abrazado, fundiéndonos ambos en un baile hacia la plenitud, mas relacionado con
lo emocional que con lo carnal, sentirme rodeada por el era mi momento de
desconexión, ese instante de seguridad que te hace olvidar todo lo cotidiano. El
momento anhelado llego no sin antes esbozar una amplia sonrisa, seguida de un
comentario que me devolvió directa a la realidad....
- Pero que haces desnuda mujer? Acaso olvidaste donde estas?
– apunto Philippe mientras no podía evitar un brillo especial en sus ojos y una
sonrisa que dejaba ver hasta el ultimo de sus dientes
- Estaba sola....hacia demasiado calor....y sin pensarlo dos
veces.... decidí darme una buena ducha... – le conteste mientras sentía como el
sofoco de mi cuerpo proseguía en aumento.... cuando por fin lo sentí llegar
hasta mi y conectar sus labios con los míos, disfrute del que seria el primer
orgasmo de la noche, fue algo explosivo, un sonoro jadeo salió de mi garganta
ahogándose en el interior de su boca...jamás, podría haber supuesto algo así,
no se si el encuentro con Dudu y su virilidad, la aparición de Regina con su
magnetismo o la llegada de mi amor Philippe...pero pude sentir como de mi
interior, se derramaba entre mis labios en dirección hacia mis piernas buscando
llegar a tierra, un caudal de cálido flujo que nunca había visto salir de mi..
algo me decía que era una noche especial y que todo ya era diferente ....
Aruna era una mujer explosiva, el destino le había reservado
un cuerpo sensual como en muy rara ocasión tuve la fortuna de ver otro igual,
verla mostrando todos sus encantos, saboreando cada gota que se derramaba por
su cuerpo, disfrutando con el calor tropical, me hacia sentir lleno de vida, a
pesar de estar la noche entrante, una inmensa luna apuntaba tras las colinas,
rápidamente la luz volvía a ganar los dominios dejados por el sol, pero la
temperatura invitaba a relajarse y disfrutar de los placeres que la naturaleza
nos brindaba.
Los primeros rayos de luna empezaban a posarse sobre su
cabeza, el agua brillaba a su alrededor, creando un espectáculo de luces y
brillos que ni el mejor cabaret podría organizar, el golpeo del agua sobre su
piel creaba cientos de lentejuelas parpadeantes, que comenzaban a formar un
traje de noche sobre su piel, el avance de la luna sobre el cielo me comenzaba
a mostrar su fino cuello...sus hombros seductores... podía ver como su mano
izquierda masajeaba sus grandes pechos y bajando sobre su vientre acariciaba
profusamente en el interior de sus piernas.... esas largas piernas que tantas
veces había recorrido con mis labios en busca de su sexo... se la veía
espectacular, seria fantástico ver su rostro al verme llegar....
Baje lentamente la escalera de piedra, quería saborear cada
instante, grabar en mi recuerdo su imagen, no seria demasiado complicado una
escena así no se ve todos los días, y menos de manos de tu mujer. Cuando llegue
a los últimos escalones , en el momento que la llame por su nombre todo su ser
se sobresalto, evidentemente no se percato de que alguien bajaba las escaleras,
estaba completamente ensimismada, sumergida en el mas profundo de los
placeres.... pasado el sobresalto inicial exclamo mi nombre con una inusitada
alegría. Me acerque hacia ella rápidamente, deseaba tenerla entre mis brazos,
fundir mis labios con los suyos, amasar su cuerpo entre mis manos, poseerla
allí mismo, haciéndonos uno solo con el universo. En cuestión de segundos, mi
sexualidad tomaba el control de la situación, pretendiendo llevarnos a los dos
a un goce solo al alcance de dos cuerpos pasionales.
La rodee completamente, mientras le preguntaba como era
posible que la encontrase así, no podía creerlo, no estábamos en nuestro país,
aquí las normas son diferentes, nada de topless y mucho menos nada de nudismo,
pero evidentemente en aquel lugar y a esa hora nadie andaría por allí, mucho
menos coincidiendo con la fiesta de la luna llena... precisamente esa fue su
respuesta... ella pensaba que era imposible que nadie andase por allí en ese
momento, e de reconocer que mi primera intención no era ir hacia la playa, pero
conociendo su apatía ante las grandes eventos sociales, decidí antes de ir al
pueblo, pasarme a ver si estaba aun en la playa. No puedo decir si fue la
alegría de verme ante ella o si simplemente disfrutaba con un momento de
conexión personal, pero tras posar mis labios sobre los suyos pude sentir como
su vientre se convulsionaba y rozaba su vagina contra mi pierna, en un
frenético y corto vaivén que le produjo de forma súbita el mas sonado orgasmo
que junto a mi había disfrutado, era una diosa del sexo que ante mi se mostraba
plena y dominante...tras separar nuestras bocas pude mirarla a los ojos, una
llama de fuego se vislumbraba, era una Aruna nueva, modificada.. podía sentir
toda su pasión que levantaba irremediablemente mi mas que nunca erecto pene, en
ese preciso momento fui consciente de que no estábamos tan solo como creíamos,
una pareja de esculturales cuerpos se acercaban hacia nosotros, mostrando una
familiaridad para mi inesperada.
- Hola Aruna, veo que encontraste compañía...es lo que
tienen estos lugares, nunca están tan solitarios como imaginamos.... Por cierto
nosotros somos Regina, a sus pies – dijo aquella mujer despampánate, mientras
realizaba una burlesca reverencia de cabeza y cuerpo ante mi, mostrándome sus
mas que generosos atributos, reservados de la vista ajena por un minúsculo y
casi transparente bikini– y Dudu, mi inseparable compañero – mientras el me
extendía una mano fraternal, pensaba yo en ese momento
- Philippe, un placer conoceros, al parecer a mi esposa ya la
conocen...
- Esposa? Eso que es? – dijo Regina mostrando una clara
ironía
- Nada mujer una forma de hablar – le respondí cordialmente
- Si, a decir verdad nos acabamos de conocer, Dudu y yo
solemos venir siempre la noche de luna llena a este lugar, el estaba esperando
mi llegada, cuando conoció a Aruna, una diosa con forma humana – mientras le
guiñaba un ojo a mi mujer y le tiraba
un beso – que a resultado un verdadero placer encontrar.
- Anda mujer, tampoco a sido para tanto – comento mi mujer
pretendiendo quitar hierro al asunto
- Pues será hora de que empiece a ser
En el preciso momento que pronuncio la ultima palabra Regina
se giro sobre el musculado torso de Dudu, si Regina era una explosiva ninfa
sexual, el cuerpo de el era de un verdadero adonis, enlazando una serie de
rápidos movimientos ella se encontraba completamente subida en el, rodeando la
cintura con las piernas, apretando fuertemente su vientre contra los fornidos
abdominales de el y parte de sus pectorales, comenzó a darle una serie de suaves
y delicados besos por todo su rostro.
Por debajo de Regina se podía ver claramente, como el exhibía con todo
su esplendor, algo sobrehumano, que pugnaba por golpear el tremendo trasero que
poseía su mujer, que se tragaba entre dos nalgas inmensas y elevadas un escueto
tanga, coronados por un ligero volante que daba a la escena sin duda un toque
mucho mas provocativo...mire el rostro de mi mujer, como repasaba una y otra
vez la inesperada visión que tenia ante sus ojos, como sus pechos palpitaban de
excitación y como su mano comenzaba a recorrer mi espalda en dirección hacia
mis glúteos, al llegar a mi bañador volvió su cara hacia mi, y me soltó un beso
lleno de amor y mas pasión de la que yo recordaba. Su lengua empezó un juego
dentro de mi boca, rozando cada parte en un movimiento casi penetrante, que
elevo mas aun el grosor de mi pene erecto, mostrando la mas picara de sus
sonrisas comenzó un descenso evocador, se detuvo a morder mi cuello, mis
pezones, volvía rápidamente hacia arriba queriendo arrancar un pedazo de mis
labios tras comer mi boca, para a continuación volver en un sube y baja
delirante. Una vez sus manos descansaron ambas sobre mi prenda, comenzaron a
tirar de ellas hacia abajo queriendo liberar mi miembro en un frenesí sexual. Me sorprendió cuando tras liberar mis partes
erógenas lo primero que hizo fue agarrar mis testículos con sus manos en forma
de cuenco y tras elevarlos y masajearlos firmemente comenzó a absorberlos y
casi morderlos...podía sentir sus dientes jugueteando con mi intimidad y sentía
que quería explotar, deseaba soltarlo todo sobre su cara, sus pechos
...levantando la vista pude observar como Regina comenzaba un lento sube y baja
sobre los brazos de Dudu, su parte baja del bikini había desaparecido y con
ella la bestialidad que tenia el entre las piernas, era increíble por que a
pesar de su poderío ella no debía de medir mas de un metro sesenta, y el era
bastante mas grande que yo, debería rozar casi los dos metros, parecía una
muñeca en brazos un gigante que se convulsionaba como si quisiera escapar
elevándose hacia los cielos.
Baje nuevamente la vista hacia Aruna, estaba bellísima, los
reflejos del agua magnetizados por la luna llena agudizaban los destellos
rojizos de su cabello, si seguía de esa forma no podría contenerme por mucho
tiempo, se aferraba a mi dándome tal placer que estalle, liberando toda mi
presión sobre la piedra, sentía como seguía vibrando a pesar de semejante
explosión sexual. Una vez Aruna se levanto junto a mi nuestro abrazo nos llevo
a un estado sin igual, nuestro momento de paz acabo justo cuando Regina,
cabalgando cual amazonas sobre los lomos de su caballo, disfrutaba con un
orgasmo celestial, y su apuesto Dudu emitía un gruñido casi gutural justo en el
momento de llegar al mas profundo clímax.
Nuestras cuatro almas quedaron en ese momento unidas por una
mirada cómplice, donde semejantes se reconocieron entre ellas. Tras unas risas
tímidas y algún comentario granuja, decidimos los cuatro tomar un placido baño,
bajo el influjo de la luna llena, que coqueta se refleja sobre un mar ahora
totalmente en calma.
Parte 3
El día a
día esta acabando con mi potente sexualidad que tantas tardes de gloria y
placer me había proporcionado.
Por fin
liberada podía dar rienda suelta a lo mas salvaje de mi ser y estaba
completamente dispuesta a ello.
Los
vellos de mi piel se erizan, mis pezones se excitan con tremenda facilidad, la
situación me puede y no pienso resistirme.
No
quiero seguir mas el orden establecido, quiero dejar mis movimientos libres,
recorrer tan sugerentes cuerpos con mis manos, con mi boca, mi lengua, mis
senos, cada pedazo de mi.
No puedo
resistirme mas, la pasión que azora los instintos mas primarios de mi ser mueve
mi mano hasta sentir bajo ella la dura, tersa y a la vez suave piel del
magnifico cuerpo que se encuentra a mi derecha.
Dura,
grande, robusta, hacia tanto que no sentía en mi mano palpitar un miembro de
semejante tamaño, que en ese preciso instante todo lo que divisa mi mente eran
enormes y vigorosos penes.
- Cualquiera frena a Anzhi, eh Philippe?
- Deja que se sienta a gusto, hoy es su
día.
En este
momento daría cualquier cosa por que las telas que hacen de pantalón
desaparezcan de inmediato, con cada movimiento aparecen y desaparecen a mi
alrededor unas piernas potentes, extremadamente musculadas. Jamás me he sentido
impresionada con la presencia masculina, pero estos últimos años habían
adormecido mi ser mas animal.
El tacto
de las telas comienza a dejar paso a unas potentes y muy masculinas manos que
agitan mi sentir, la pasión asciende a ritmos casi olvidados para mi, la sangre
viaja rápida mi cuerpo propaganda la enorme excitación que provoca el roce de
sus dedos. Caliente, muy caliente, empiezo a sentir una incipiente humedad en
mi sexo, por un momento cierro mis ojos para que sea el tacto quien se encargue
de comunicarme todo lo que ocurre.
Seducida,
entregada.... tantas enormes y poderosas manos recorriendo mi cuerpo,
acariciándome, presionando mi piel, estan consiguiendo hacerme florecer, volver
a sentir mi cuerpo vivo y mi alma ilusionada.
Aruna
junto a mi, recibe el mismo tratamiento, aunque se de buena fe, que ella no es
que necesite nada extraordinario, vivir con Philippe es garantía de excitación
diaria.
Situándose
al unísono bajo mi, seis manos pertenecientes a tres de ellos, comienzan a
elevar mi cuerpo con facilidad, como si de una pluma se tratase me incorporan
hasta dejarme de pie entre ellos. Sus fornidas manos, pegadas a mi piel,
recorren con un sensualidad brutal cada rincón de mi excitada anatomía. Las
manos de mi espalda se encargan de subir la ligera camiseta que cubre mi torso,
sentir como se va desnudando mi intimidad en presencia de tantas personas mas
que importunarme, excita aun mas mi dormitada pero no perdida sexualidad, puedo
verlos hipnotizados con el espectáculo que ofrecemos mis amantes y yo, mis
manos se deleitan con la firmeza de sus cuerpos, menudo festín para los
sentidos.
Mis
pechos desean el contacto y no tarda en llegar, desde atrás con firmeza se
cuelan dos brazos por mis costados, nervios, inquietud, ganas de que llegue el
momento de conexión entre sus manos y mis pezones. Un ligero roce de su yema
provoca que un gemido, entrecortado y tímido, salga de mi arrojado, expulsado.
Constante,
firme, con una habilidad suprema va amasando mis pechos a su gusto, los aprieta
contra mi, los recoge entre sus manos, estira mis pezones con delicadeza pero
con la intensidad necesaria para que mi cuerpo serpentee con su acto, apretando
mi espalda y mis nalgas contra el puedo sentir la tremenda monstruosidad que se
roza con mis glúteos, si la que he podido tocar me parecía de un tamaño
magnifico, la que siento detrás solo puede ser gigante, uffff.
Mis
senos desnudos y excitados son ahora el fruto que saborean los dos adanes que
se encargan de custodiar ambos flancos de mi cuerpo, sentir sus bocas
besándome, chupandome, mordiéndome, lamiéndome, provoca que mi sexo ya húmedo,
suba de temperatura y consiga dominar todo mi ser, quiere sentir el miembro
duro que empuja mis nalgas a través del fino pantalón hundirse en mi interior.
Situándose
de rodillas frente a mi, mirándome fijamente a los ojos uno de mis adorables
compañeros de juego, coloca sus manos sobre la tela, puedo sentir el ardor de
sus manos quemar mi piel, los besos, tiernos y dulces, que comienza a darme por
encima de la prenda de ropa, traspasan mi piel convirtiéndose en una
consecución de gemidos.
- Bájalo cariño, cómeme, cómeme
entera...
Aunque
no hablásemos el mismo idioma, entendía perfectamente mis palabras, bajando de
inmediato mi pantalón, deja mi cuerpo completamente desnudo.
Me
empieza a encantar el sentir todos esos ojos atentos a mi anatomía, viendo como
disfruto con el regalo de la vida.
Mis ojos
se llenan con el blanco de las orquídeas que espontáneas crecen en los troncos
de las diferentes plantas que habitan el jardín, el poderoso contraste de
colores, excita aun mas mi imaginación, el recuerdo de las orquídeas de casa
inflama aun mas mi sexo, fantaseo con la posibilidad de encontrarnos en el
salón de casa, con la posibilidad de que me pillen en semejante momento
clandestino y un primer y concentrado orgasmo me lleva al paraíso, los jadeos y
suspiros se agolpan por abandonar mi cuerpo y llenar con los sonidos del placer
todo el ambiente.
Justo en
ese momento que siento mi alma aferrarse a las sensaciones de mi cuerpo, unos
inmensos labios abordan mi sexo, me absorbe casi pretendiendo introducirlo
completamente en su boca, la cual se abre, creciendo hasta conseguir ocupar con
ella desde mi clítoris hasta el final de mi húmeda y palpitante vagina.
La
lengua no menos sorprendente que cada pedazo de anatomía de mis calientes
amantes, invade mi sexo, su contacto ardiente y mojado, es lo mas duro que he
sentido en los últimos tiempos, y tantos orgasmos ahogados en mi empiezan a
brotar incesantes.
Mis
piernas se arquean y el contacto de mi maravilloso soporte trasero me invita a
relajar la tirantez de mi cuerpo, entretanto la lengua continua dándome placer
y goce, una presión incipiente aprovecha la apertura entre mis muslos para
desconectar por completo las medidas de seguridad de mi mente, el volumen que
siento solo puede ser lo que imagino, pero lo que imagino es demasiado, no creo
que pueda ser real.
Mis ojos
se cierran, mi cabeza y mis hombros se apoyan sobre el poderoso torso, giro mi
cabeza buscando el contacto entre nuestros labios, su mirada lasciva acaba por
enloquecerme, sus gordos labios por perturbarme, deseo mi semental dentro de
mi, poseyendo mi cuerpo, haciéndome suya.
Una
tenaz presión, abre mi intimidad sin miramientos, sin pausa alguna introduce
algo bestial en mi, no puede ser su sexo, mis manos que se apoyaban en la
cabeza que se afana en devorarme, van a toda velocidad hasta mis nalgas, y de
hay pasan a tantear el magnifico miembro que esta penetrándome, mis manos jamás
tocaron un aparato igual, un orgasmo mas recorre todo mi ser convulsionándome,
provocando que me auto penetre a mi misma, estoy completamente inundada,
rellena como nunca lo había estado, es enorme, mis piernas tiemblan y mis
glúteos aprietan buscando liberar espacio en mi interior, y volver a sacar su
poderoso miembro.
Casi
estando fuera, un tremendo empujón me vuelve a incrustar toda su potencia en
mi, mis labios arden, mi clítoris se frota contra la mágica boca que trabaja
incansable mi sexo, jadeo cada vez mas fuerte, me siento a punto de explotar
completamente inflada desde dentro, las embestidas en lo mas profundo de mi se
encargan una y otra vez de rozar todo mi interior, apretándolo, duro, muy duro.
La
descomunal sensación de apretar su potente pene en mi interior y sentir como
apenas puedo morderlo con mi coño, rompen las barreras morales de mi cuerpo,
una cadena de orgasmos me invaden y el duro ritmo que comienza a imponer ayuda
a empujar los alaridos y bendiciones que se agolpan en mi garganta.
La
vibración que adquiere su miembro provoca mi locura, puedo sentir como late con
vida propia, como electriza mi ser, mi sexo inflamado, endurecido explota en un
torrente de calidez la gran cantidad de flujo que humedece mi interior provoca
una tremenda corrida en mi interior, colosal, siento como se inflama una y otra
vez descargando con cada envite un nuevo chorro cálido que se funde en lo mas
profundo de mi cuerpo.
Sigo
sacudiendo mi ser, me encanta sentir como mi sexo empieza a ganar la batalla y
como puedo apretar su pene, como se va rindiendo mostrando pleitesía ante
mi ahora mayor poderío. Pero me fascina el enorme tamaño que continua
manteniendo, sigo gozando como no recordaba que se podía gozar con el sexo.
Pero la
exhibición carnal no estaba ni mucho menos acabada, aunque hacia rato que no
tomaba conciencia sobre el mundo a mi alrededor pude observar como Aruna
acomoda varios almohadones e invitaba a mis compañeros a tumbarme en ellos. Una
vez tumbada, quien anteriormente se había concentrado en lamer cada gota de
néctar derramado por mi sexo, me mostraba otro tremendo y hermosísimo miembro
deseoso de mostrar batalla.
Mi
tierna flor, sonrojada, caliente y demasiado excitada, suscita una serie de
sacudidas tal y como siente el rígido empalme de su nueva visitante. No era tan
grande como la anterior, pero el grosor era asombroso, dilataba mi coño
ardiente, penetrando mi intimidad con suma facilidad. Las palabras que salen de
mi boca son difíciles de entender, mis manos clavadas a través de mis uñas en
su espalda lo empujan para que el bombardeo sea continuo y bajo el ritmo
impuesto por mis apetitos.
Sin
atisbo de duda jamás me corrí como ahora, sentí casi como me hacia pis encima,
la cantidad de fluido ardiente que salía de mi era pasmosa. El sonido de los
palmetazos y el chapoteo entre nuestros cuerpo sube en intensidad y los
pinchazos que me provoca el extraordinario grosor son una mezcla entre el mas
sumo placer y un lejano recuerdo a dolor, si no derrama pronto en mi interior
voy a explotar sin remedio.
Quiero
su corrida en mi interior, sentir como su semen se funde en mi,
mezclándose con la corrida anterior.
Constante
en sus movimientos dinamita mis ultimas defensas, soy puro sexo es el mantra
que se agolpa en mi cabeza. La cercana visión que le ofrezco a mi anterior
amante , le provoca una nueva erección, me invita a llevarme su miembro hasta
mi boca, es enorme tan solo introducir su glande entre mis labios es una
osadía, pero golosa saboreo y degusto tan soberbio pene, que infatigable vuelve
a endurecerse pidiendo de nuevo su turno......
Parte 13
Trascendente, la
mejor palabra para definir lo sucedido es trascendente.
La pasión cuantiosa
y acumulada es lo que tiene, puede dar paso a frenesís alucinantes o estados
anímicos poco inspiradores, el cuerpo tiene sus necesidades aquí y en China, y
o se las damos por las buenas o nos lo hará pagar por las bravas.
Las ojeras han
desaparecido por completo de su rostro, la mueca marchita en sus labios se a
transformado en una expresión de plenitud y reposo, una sonrisa exultante
gobierna por completo su blanca tez. Esta relajada y contenta, y eso me
proporciona una inmensa paz, la quiero como si fuera mi hermana y su felicidad
es muy importante para mi. Por fin mi Anzhi vuelve a estar entre nosotros.
-
Amor te vi muy
relajada en el ensayo... – con sinceridad no me sorprende del todo, los últimos
días están siendo agotadores
-
Estoy bien
Philippe pero mi cuerpo pedía un poco de descanso, los últimos días con Bianca,
ya la conoces que te voy a contar....aunque hay un par de ellos que mañana no
me importaría probar – la sonrisa picara que se escapa entre sus labios, sumada
a sus palabras comienzan a provocar mi excitación
-
¿Cuáles de
ellos? ¿Te gustaría que yo estuviese presente o prefieres en intimidad con
ellos?
-
¡Contigo
siempre! Ya sabes que con hombres prefiero que estés delante, me das mas
seguridad y disfruto mucho mas, con las chicas es otro rollo, ya sabes que con
ellas siempre estoy cómoda...
No puedo evitar
besarla apasionadamente, comerme sus labios mientras intento con mi lengua
buscar el contacto de la suya, me vuelve loco escucharla hablar de estas cosas
y quiero que lo tenga presente, nada mejor que un cálido beso para confirmarlo.
-
Mira como me
tienes amor
-
Ummm esta si me
apetece, en el fondo con algo de ganas si quede, aunque ver y ayudar a Anzhi
fue un placer mi cuerpo pide algo mas....
Dicho y echo, los
años de relación no habían provocado que entre nosotros la química se perdiera,
es mas, cada mes, cada semana, cada día que pasa, la atracción mutua y el deseo
por hacernos y vernos disfrutar es cada vez mayor
-
Al parecer tu
cuerpo quiere lo mismo – su mano, grande pero fina y delgada, se apoya en mi
entrepierna acariciando el bulto que se esconde bajo los pantalones
-
Esta deseándolo
amor
Resueltos,
desatados, nos enganchamos y nos desfogamos, la conozco y me conoce, sabe como
derretirme fulminante y precisa. Sentada sobre mi a horcajadas, agitando sus
caderas con fuerza, esta dispuesta hacerme terminar pronto
-
¿Tienes ganas
de verme mañana entregada a otros hombres amor?
-
Ufffff....
sabes que si – la sola idea azora mi virilidad en su interior
-
¿Quieres ver
como les como su pene? Primero uno, luego quizás otro
-
Ufffff... si sigues por ahí me iré pronto
vida – Un gruñido delirante sale de mi boca mientras incremento la fuerza de
mis embestidas.
-
Después de
mamarles bien, los dejare que introduzcan sus gordos y grandes miembros dentro
de mi, probar una, luego otra, volver con la primera, jugando ante ti
-
¡Aruna eres
fuego! Me voy amor
No puedo resistirme,
su cuerpo, su fuerza, su entrega, su dominio, sus palabras... mas la pasión
acumulada en el ensayo acaban con rapidez con mi aguante, un chorro tórrido
abandona mi cuerpo para alojarse en lo mas hondo de ella.
-
Te quiero mi
vida, me haces tan feliz – Estampa sus labios contra los míos, revitalizándome
el alma una vez mas
-
Tu si que eres
un regalo divino que me guardaba la vida
-
¿Te apetece que
bajemos un rato a la playa? Ya esta todo mas que dispuesto y solo nos quedan
unos días por aquí, hasta el año que
viene no va estar fácil venir
-
Ni me lo
recuerdes, pero si vamos a la playa
Como vamos a echar
de menos, la humedad, el calor, los árboles inmensos, los imponentes ríos que
descienden por las onduladas laderas, la fiesta de color que aportan orquídeas
y parásitos varios con multitud de exuberantes flores, el increíble tronar de
las aves que habitan el paraíso, el azul terciopelo del cielo al caer la noche
y los mágicos naranjas del amanecer y el atardecer, Bahía es algo mas que un
estado, es una forma de entender la vida y nosotros somos bahianos de
corazón. La pequeña barraca de Edimar
permanece abierta a pesar de que pronto acabara la época turística y las playas
volverán a quedar en su mayoría desiertas y solitarias, lo que empezó con una
cerveza y un zumo de fruta fresca acabo convirtiéndose en una intima cena para
dos, arrullados por el batir de las olas en la playa y la mágica música de
Marisa Monte nos invitaba a olvidarnos del tiempo y concentrarnos en ser feliz
el uno con el otro, disfrutar de nuestra presencia, de nuestras miradas, un
baile juvenil y despreocupado transportándonos a un mundo único, exclusivo,
propiedad de los enamorados, caminar juntos de la mano por un sendero de la
misteriosa e imponente selva sin mas luz que la de la Luna casi llena es una
experiencia muy recomendable para ver la capacidad de compenetración que tiene
cualquier pareja, mas aun en un lugar donde la seguridad no es la norma corriente
y hay que estar atento ya que no son muy infrecuentes los asaltos, a pesar de
todo, no se si la fortuna o el andar con las personas adecuadas y en el momento
adecuado hasta ahora podemos decir que nunca nos ha pasado nada.
Cuanto voy a
extrañar todo esto en dos días, pero la vida es así, toca volver al mundo
cotidiano.
La casa esta
asombrosamente en calma, al parecer todo el mundo duerme y nosotros no vamos a
ser la excepción por mucho tiempo, un paso por el baño, cepillado de dientes y
a la cama. Mañana nos espera un gran día aunque nuestros cuerpo juntos son
difíciles de refrenar, aun mas en nuestra maravillosa
Parte 14
Una
de las mayores delicias de este mundo es dormitar bajo los rayos de sol
que iluminan la mañana y calientan nuestra piel. La dulce brisa, una vez mas,
me hace volver del mundo de los sueños, finas y frías gotas llegan hasta mi, su
origen, el cabello de Philippe y su costumbre de sacudirlo cerca de mi.
- ¿No
tenias mas playa?
- Pues quizás si, pero ¿Y el placer de despertarte? – un
tono jocoso, desenfadado y juvenil, se percibe en su voz varonil
- Ven aquí troglodita!! – me encanta tenerlo abrazado entre mis brazos, intentar rodear su
espalda por completo y perderme entre sus besos
- Al final no te bañaste, te voy a mojar
si me tumbo.....
- ¿No te
acabo de decir que vengas? Te gusta hacerte de rogar eh..
- Claro y mas si eres tu la que me
ruegas
- ¿No te
apetece aprovechar la mañana....? – abro
mis piernas mostrándole mi sexo cubierto por el bikini mientras deslizo mis
dedos por el borde de la tela....
- Te a sentado genial llegar a la
playa....
Sin
capacidad de resistencia se entrega con premura a mi petición, sus duras y
firmes manos toman mis tobillos justo en el momento que se reclina ante mi, sus
largos cabellos mojados rozan mi vientre en un vaivén, sublime, lento,
acompasado, provocando la aparición de un cosquilleo que adquiere mas
intensidad a medida que el roce avanza hacia zonas mas sensibles, sus manos
suben por el interior de mis piernas, lento, sublime, redescubriendo cada
rincón de mi anatomía.
- ¿ De
veras no te apetece tomar un baño conmigo?
- No tengo ganas, se esta tan bien bajo
el cálido sol...
- Pues yo creo que si me voy a tomar
otro bañito mas que pronto llegara la tarde
- Pues si es lo que quieres...
Será
capaz, de nuevo se marcha saltando en dirección al mar, si es que estos
jovencitos es lo que tienen son demasiado repentinos, con lo ardiente que tengo
mi cuerpo ahora, ufff, pues buen momento para meditar, habrá que centrar toda
esta energía.
La
dulce y cálida brisa, seca con rapidez las ultimas gotas de agua que quedan
sobre mi piel, el sonido monótono del mar ayuda a concentrar mis pensamientos,
arrastrándolos con el vaivén de sus olas, calmando mi interior.
El
susurro de la selva me lleva hasta una quietud atenta, donde empiezo contemplar
diferentes momentos de mi vida, con cada respiración, un viejo recuerdo es
arrastrado ante mi, dándome la oportunidad de observar como mi energía se
enreda en ese instante, desvaneciéndose, apretándose. Una nueva inhalación
reafirma el momento, ayudando a recuperar partes de mi abandonadas en el
pasado.
Una
calma intensa se impone, tras un lapso de tiempo difícil de definir, los vellos
de mi piel se erizan, mientras me siento parte de una gran plenitud, sosegada y
activa, repleta de fuerza, pero sin ninguna prisa.
Nuevamente
mi querida brisa comienza un juego delicioso entorno a mi piel.
Irrespetuosa,
atrevida, acaricia mi cuerpo centrándose en el interior de mis piernas,
arremolinándose en el centro de mi anatomía como un huracán acompasado.
Un
suave gemido se exhala por mis labios. Justo en el momento que dos delicadas
manos comienzan a bajar la parte baja de mi bikini. A pesar de no ser unas
manos conocidas, me resultan familiares de una forma increíble, y ningún atisbo
de duda aparece en mi, segura, firme, olvidándome del futuro y el presente,
dejo que todo siga su curso..
- ¿Quieres
continuar? En tal caso solo disfrútalo..
La
voz, esa voz, jamás la había escuchado antes o llevaba toda la vida oyéndola, sin embargo me aportaba seguridad y tranquilidad.
- Prepara tu mente, para seguir tu
cuerpo..... deja tu cuerpo, volar con tu mente.
Una
ola de calor abrasador sube rodeando mi cuerpo, manteniéndose a la distancia
justa para no quemar.....
La
visión que se encuentran mis ojos es sobrecogedora y tremendamente erótica.
Uno
de los pareos de Aruna, realizan la labor de antifaz improvisado, privándola
del don de la vista, el color celeste le sienta genial de cualquiera de las
maneras posibles de llevarlo. Tumbada, con las piernas completamente separadas,
mientras una fémina de imponente figura, si no creyese conocer a Aruna diría
que es ella misma, se recrea masajeando su espléndido cuerpo, la verdad no
sabría como definirla ni en que edad situarla, por que la gran cantidad de
canas que poblaban su cabello hacían indicar que no se trataba de un hembra
juvenil, pero su torneado y bronceado cuerpo no hace pensar que tenga mucho mas
allá de los treinta.
Justo
a su lado tiene un pequeño bote de algún tipo de loción o aceite el cual se
unta en las manos por ambas partes antes de esparcirlo sobre la suave y
delicada piel de mi amada, la cual puedo apreciar como disfruta con arrebato,
entregada al placer, no parece cuestionarse nada de la situación.
Los
suspiros y gemidos salen a trompicones de su boca en el momento que una de las
manos se queda posada sobre su vagina, la tan inesperada masajista comienza una
repentina y constante vibración con toda su mano, parece acumular calor y
tensión en esa zona, y parece hacerlo muy bien ya que los gemidos suben y suben
de intensidad.
Una
nueva carga del aceite lubricante y justo en el momento que su mano izquierda
se posa sobre la zona baja de su vientre, los dedos índice y corazón de su mano
derecha penetran en el interior de sus labios vaginales, lentos, pausados, muy
pausados.
Su
mano izquierda sigue realizando círculos ahora mas amplios sobre su vientre,
llegando amasar en su totalidad los suntuosos pechos liberados del bikini. Su
mano parece moverse sola, apretando, rezagando, acariciando, mimando, cada
centímetro de su piel.
Desde
mi posición, puedo ver con claridad como sus músculos vaginales se contraen,
apretando y atrayendo hacia si los dos sinuosos dedos que la penetran. Pero con
firmeza y mucha delicadeza permanece sin introducirlos mas allá de la segunda
falange, no entiendo con claridad que movimiento realiza en su interior pero la
insistencia de Aruna en abrir todo lo posible sus piernas y las subidas
repentinas que realiza con la cadera, apunta a que la esta deleitando. Empieza
a realizar una leve pero nítida agitación desde su mano hacia el interior de
tan ardiente fémina, los gritos fuertes y secos indican que un fuerte y potente
orgasmo aparece por su interior.
Con
destreza y velocidad saca los dos dedos de su interior dejándolos reposar por
encima de su convulsionado clítoris. Entre tanto unos fuertes espasmos sacuden
su entrepierna, palpitando su vulva espontáneamente.
Con
paciencia deja sus dedos reposando de la agitación previa, mientras su mano
izquierda continua con su labor de reconocer cada rincón de su físico con
deleite y un cariño infinitos. Las friegas y roces parecen reactivarla,
derramando un poco mas de aceite sobre su propia mano de forma que vaya directa
a los labios carnosos de Aruna, vuelve a introducir los mismos dedos en su
interior, entrando, saliendo, entrando, saliendo, con la misma frecuencia que
los gemidos profundos salen por entre sus labios.
Una
vibración intensa empieza a concentrarse en el centro de la palma de su mano,
la cual coloca sobre los labios y clítoris continuando tan viva agitación,
puedo suponer que harán los dedos en su interior, pero solo eso, suponer, pero
solo en contadas ocasiones ocurría que su cara se desencajara y sus manos
buscaran con ansia apoyo por todas partes mientras un intenso culebreo toma su
cuerpo, derramándose orgasmo tras orgasmo, sus labios parecen boquear en busca
de oxigeno y su vientre se contrae con dureza, marcando sus músculos
abdominales.
- Gracias – una
potente y a la vez delicada voz, sale del interior de esa misteriosa mujer,
mientras realiza una reverencia ante ella, dice unas palabras que no logro
entender y pasados unos diez segundos, se vuelve a incorporar, se gira y
desaparece con premura entre la espesa vegetación.
Aruna,
con un rostro de reposo y paz infinitos, se sigue estirando y desperezando
mientras emite una serie suaves ronroneos
- Philippe!!
- ¿Dime amor?
- De repente tu imagen apareció ante
mi...¿eras tu quien me tocaba?
- No mi vida, no era yo, pero estoy aquí
hace un rato
- Ni siquiera sentí como me poníais el
pañuelo
- Yo tampoco cariño, esa parte creo que
estaba jugando en las olas....cuando llegue aunque me fije en el pañuelo, me
centre en otra parte del espectáculo....
-
No se como definirlo corazón, pero fue, fue, no se que tipo de
palabra usar.....- Mientras me quito mi pareo celeste, mi visión se inunda ante
la sobrecogedora belleza del lugar donde me encuentro, en cada rincón, en cada
árbol, en cada piedra, en cada ola del mar....
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