La impresión que me causaba verla
ante mi era sobrecogedora, si los últimos días estuvieron llenos de pasión y
fantasía, lo único que lo podía incrementar seria su llegada. Para nada
podíamos imaginar que estaría con nosotros, la hacíamos surfeando en algún
lugar del Pacifico, su verdadero amor. Aruna y Bianca, eran cada una la cara de
una moneda, opuestas y complementarias, cada vez que estaban juntas nada a su
alrededor podía ensombrecer su mágica conexión. Cada vez que empezaban a
conversar la una acababa la frase de la otra, dando la impresión de estar la
una dentro de la otra.
La primera vez que pude disfrutar
de la presencia de Bianca, fue durante un duro día de marcha en lo mas profundo
de la mata atlántica, tras horas de un agotador esfuerzo, el grupo del que
éramos parte llegamos a una zona de especial interés debido a el gran numero de
orquídeas que se encontraban en el lugar, el que en principio era nuestro
objetivo fundamental, se presento ante nosotros en tal cantidad y proporción,
que las memorias digitales pronto comenzaron a llenarse con cientos de
fotografías. Cuando los primeros integrantes del grupo decidieron dar por
concluida la sesión fotográfica, dieron comienzo a preparar una merienda bajo
la densa sombra que otorgaban las bananeras cercanas al pequeño arroyo que
cruzaba tan bello lugar. Yo decidí seguir indagando en tan exuberante paraje, en
busca de la orquídea perfecta. Parándome entre unos helechos gigantescos, pude
oír los roncos suspiros que emitía una mujer no muy lejos de mi. Subida en el
tronco seco de un gigantesco ficus, con la mirada perdida ante el firmamento,
apareció en mi objetivo exuberante de belleza, regalándome la mejor fotografía
posible. Deleitándose a si misma, sin importarle el mundo exterior, continuo
hundiendo uno a uno los dedos por su interior, sacándolos a continuación para
introducirlos en su boca y succionarlos con lujuria, sintiéndome un fotógrafo
erótico continué disparando mientras la erección mas brutal hacia presencia en
tan excitante momento.
Muy cerca mía pude ver como otro
integrante del grupo estaba contemplando exactamente la misma escena que yo,
pero debido a que se encontraba algo mas bajo que yo en la ladera, el no podía
verme a mi. Gracias a que había desconectado el sonido de la cámara, pude
permanecer en el mas absoluto anonimato, lo que me permitió llegar a captar
escena tras escena uno de los encuentros sexuales mas potentes por mi vistos
hasta el momento.
El otro fotógrafo esporádico fue
sorprendido inesperadamente por la mirada de Bianca, sus ojos se clavaron en
ser con una fuerza arrolladora. Súbitamente el se dispuso a dejar su cámara
guardada en su funda, rápida pero atropelladamente, atino a deshacerse de su
mochila, introduciendo precipitadamente la cámara en su interior, dando la
impresión de que esta se resistía a entrar completamente, la escena adquiría
por momentos un tono humorístico que se reflejo en la sonrisa maliciosa que la
sensual boca de tan irreverente ninfa mostró para mi objetivo.
Ella descendiendo hasta colocarse cómodamente
sobre el pulido tronco, extendiendo su mano izquierda le indicaba con sus dedos
que se acercara, sin pensarlo dos veces, igual que respondería un perro ante su
dueña, se acerco velozmente tratando de avanzar con rapidez entre la espesura
de la vegetación que le antecedía, continuando con la misma clave de humor, los
pasos de el pasaron de torpes a casi milagrosos, llegando tras varios traspiés
hasta los pies de su diosa. Soltando una carcajada que debió de oír el resto
del grupo ya que no estaríamos a mas de doscientos metros, elevo la cara del
que seria su compañero sexual situando su pie justo bajo su barbilla y
elevándolo suavemente indicándole que debía subir algo mas arriba, sumiso se
dispuso obediente, situando sus manos sobre las fuertes caderas de ella y justo
cuando la cabeza de el llego a su entrepierna, situó nuestra ninfa sus manos
sobre ella empujándole contra su sexo mientras abría un poco mas sus piernas dejándole
espacio para que no tuviera ningún impedimento a la hora de tan honorable
misión.
Tras largo rato utilizando a su
espontáneo vasallo, sin cambiar prácticamente de posición solo azotando el
rostro de su humilde compañero con los fuertes movimientos pélvicos que
realizaba, decidió que era momento de que otra zona de su mágica anatomía
recibiera su ración de placer. Girándose sobre si misma quedando totalmente
abrazada a su anteriormente respaldo, extendió sus brazos sobre la corteza del
gigantesco árbol, reclino su torso, exponiendo la entrada al paraíso, su
esclavo en un ademán de retomar la compostura, se levanto y bajo los pantalones
tan rápido como fue capaz, ella dominante como solo una mujer como ella podía
ser, le ordeno que volviese a bajar y siguiera exactamente con lo que hacia con
anterioridad. Sin decir la mas mínima palabra el bajo su cara hacia un culo que
pedía ser profusamente deleitado. Esa mujer estaba echa para el goce y sabia
como quería recibirlo, a pesar de el insistir en lamer y besar sus labios
íntimos, ella elevaba su rostro para situar la lengua que le ofrecía placer a
la altura de la cueva que tantas veces Aruna me había prohibido visitar en su
espléndida anatomía. El invitado de honor seguía concienzudamente su labor, introduciendo todo lo posible su
lengua en tan apretada cavidad. Apretaba sus glúteos en un insistente vaivén,
sus manos apretaban con firmeza la cabeza de el, aferrándose al tremendo
instante de placer que parecía recorrer todo su ser.
El se levanto nuevamente, en esta
ocasión la dominante ninfa permitió que su atónito amante acercase su virilidad
hasta la entrada de su hendidura, devolviéndole una mirada acosadora, el se
introdujo muy despacio y haciendo gala de un respeto que rozaba la dominación,
prestando una atención reverencial ante los movimientos de su dueña, agitando
en un contoneo casi espasmódico sus glúteos, introdujo casi completamente todo
lo que el le ofrecía. Ella descarada le incitaba con frases bastante subidos de
tono que provocaban el incremento de intensidad en las embestidas que
recibía, cogiendo las manos de el y
situándolas sobre sus dos fabulosos pechos, indicándole claramente que las
apretara entre si, quería sentirse completamente dominada pero no era algo
sencillo. Tras una consecución de brutales embestidas que la hacían sentir la
presión del tronco contra ella, su partenaire de excepción acabo arrojando
irremediablemente toda su simiente en su interior, tras sentirlo depositado en
lo mas profundo de si, se alzo girándose sobre si misma y mostrándole
claramente que aun no había quedado satisfecha con el gesto de su mano sobre su
placido miembro, le beso apasionadamente en los labios apoyando sus manos
encima de sus hombros y presionando hacia abajo.... aquella mujer no era una
mujer cualquiera, irradiaba una energía particular e increíblemente potente,
todo la selva parecía deleitarse con su presencia.
Los duros movimientos que realizaba
delataban que su momento estaba a punto de llegar, su cara se congestiono por
un momento, la presión de sus labios se reflejaba a lo largo de su perfecta
mandíbula, las dulces facciones de su cara volvieron, cuando tras sacudir
enérgicamente su cabeza hacia los lados, desato en un frenesí mientras clavaba
sus uñas sobre los hombros y la espalda de su afortunado y aun incrédulo
compañero en tan intimo momento. El parpadeo rojo que me avisaba que la memoria
se encontraba completamente llena, me hizo darme cuenta que no había parado de
fotografiar, tras comenzar a ver alguna de las instantáneas, pude observar como
justo cuando el orgasmo hacia su presencia en ella, sus ojos obscenos
penetraban la lente de mi cámara trasladándose hasta lo mas hondo de mi alma.
Tratando de disimular lo mayor
posible, volví con el grupo mientras trataba de relajar la excitación de mi
mente, quería borrar lo visto, volver con el grupo y seguir con el resto del
día con la mayor normalidad posible, pero con Bianca cerca eso no seria
posible, tras llegar y besar con mas pasión de la que el momento precisaba a mi
amor, sentí su mirada clavada con una fuerza magnética sobre mi, tal y como me
giraba la atlética y bronceada ninfa apoyaba su mano en mi, comentándome al
oído:
- Has sido malo, no esta bien eso
de fotografiar sin pedir permiso, aunque en tu caso haré una excepción.....espero
veros pronto
Dijo acercándose y besando
dulcemente los labios de Aruna, que tras la sorpresa inicial le respondió con
un encantada de conocerte y una cara de
picardía que muchas veces aparece ante mi en lo mas placentero de nuestros
encuentros, provocando la mas caudalosas eyaculaciones......
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