Bienvenid@s a el Baúl de Elfi, un lugar donde explorar el erotismo y la sensualidad con los cinco sentidos.

lunes, 23 de febrero de 2015

La Calidez. Parte 10

Delicado, muy delicado, su mano acaricia con una suavidad angelical mis cabellos, mientras sus labios cargados de ternura depositan un maravilloso despertar sobre los míos, abro los ojos, puedo ver esa cara plena de travesura.
Me invita a tomar una ducha con el, sino prefiero comenzar directamente con un bocado de fruta. Reclinándome sobre la cama puedo contemplar una escena que excita tremendamente todo mi cuerpo, Bianca tumbada sobre la gran y baja mesa cubierta exclusivamente por bocados exquisitos de fruta nos esperaba para servirnos el desayuno sobre su piel.
Con un tremendo beso le di a mi amor las gracias por tan gratificante y energético manjar.

-        Que tal por el rió?
-        Fantástico como siempre......vi la fruta, Bianca, te recordé......espero lo disfrutes.....
-        Por supuesto mi vida!!

Saltando como una gacela, Aruna sale apremiándose hasta encontrarse justo delante de Bianca, dejando las manos en la cintura, contonea su cuerpo con provocación, su sonrisa aumenta sin parar y sus dientes muerden su lengua con impaciencia.

-        Estas tremenda amor!!
-        Toda para ti corazón....aunque si quieres le dejamos un poco a Philippe, seguro tendrá apetito
-        Que abras echo con el, sinvergüenza... – expreso Aruna en tono jocoso
-        Nada que tu no hicieses....

Las carcajadas salen explosiva de ambas, Aruna con premura, se arrima colocando las manos sobre el cuerpo de Bianca, tratando de contener la fruta sobre el palpitante cuerpo. Unen sus labios, susurrando Aruna unas mudas palabras sobre los labios de su ardiente partenaire.

-        No tardes mucho
-        No dudes que no lo haré...si quieres puedes ir empezando mi vida

Su guiño es una señal inequívoca de que la invitación es real y mi estomago me indica que un poco de fruta me vendrá muy bien.

Un poco de suave mamao es sin duda el bocado perfecto para romper el ayuno de la noche y la larga mañana, en ningún lugar del mundo sabe la papaya como en Bahía, bueno quizás en Rió Grande do Norte, además lo he colocado sobre los lugares mas inocentes, lo picante se lo dejare a mi gata.
No llego a introducir por completo el dulce pedazo en mi boca, cuando siento la mano de Aruna apoyarse sobre mi espalda, con el pelo recogido y tras haberse lavado la cara con un poco de agua fría, esta allí dispuesta a dar inicio a nuestro sexual desayuno, por llamarlo de alguna manera ya que es mas bien la hora del almuerzo.

-        Hoy no estoy muy paciente, me voy directa por tus tetas
-        Como quieras corazón, estoy toda para ti, para ustedes...

El primer bocado va ser un poco de piña fresca, una fina rodaja rodea por completo su oscuro pezón, el apetito aprieta, antes del juego necesito comer un poco. Abriendo por completo mi boca absorbo la rodaja, jugosa y dulce, humedece la totalidad de mi boca despertando mis sentidos.
Philippe por su parte se deleita con bocados colocados sobre su estomago, variedad de frutas, cortadas con cuidado y depositadas con una tranquilidad solo al alcance de diestros practicantes de los juegos del amor, acostumbrados a disfrutar con los placeres más humanos. Sus ojos buscan mi rostro, buscando mi permiso para continuar por los reinos de la excitación. Acercándome para besarlo le invito a despejar el sexo de nuestra ardiente bandeja. Quiero verle penetrarla, darla placer, quiero ver mi hombre satisfaciendo los instintos mas salvajes de tan sensual mujer.

-        Esta todo riquísimo, que dicha teneros, sois magníficos!
-        La fortuna es tenerte con nosotros

Los labios de Aruna, tras dejar mi boca continuar deleitándose con tan energéticos frutos, vuelven aferrarse en la labor de despejar los suntuosos pechos de nuestra compañera de aventuras. Absorbe cada pedazo con ferocidad devorando cada rastro de fruta, divirtiendo su lengua en el ardiente placer de retozar con los duros pezones de sabor tropical.
Baja hasta mi altura, un bocado de plátano, otro de mamao, un encuentro con mis labios, una sonrisa cómplice, un roce de lenguas, pasión a punto del desenfreno.
Justo entre sus piernas comienzo a derramar miel de cacao sobre largas tiras de banana, un bocado delicioso, prohibido para el paladar de mentes cerradas y frías. Es verme verter tan dulce néctar y devolver su boca al alcance de la mía, juntos comenzamos a devorar nuestro exclusivo desayuno.

-        Da un gusto comer con estas ganas
-        Devóralo todo mi vida, es delicioso sentir la miel recorrerme

La lengua de Philippe, se esfuerza en recuperar cada gota que cae por la intimidad, en búsqueda de los rincones mas placenteros del cuerpo de nuestra amante. Nunca pude imaginar el goce que me daría verlo en semejante situación, pero un ardor me recorría sintiendo como si cada golpe de su lengua fuera directo sobre mi, recordando mi cuerpo todas las caricias de su lengua en el pasado.
Mientras Bianca comienza agitarse con levedad, voy devorando cada pedazo de fruta por su vientre, en búsqueda de tan maravillosa miel, el primer bocado que junta los sabores de la fruta y el néctar en mi boca, me hace notar la humedad de mi vagina. Sigo saciando mi apetito, con las estupendas tiras de plátano que aun ocultan el excitado y caliente sexo deseoso de mas, mucho mas.
Nuestras bocas se encuentran de nuevo en un juego salvaje y delicado, limpiando el néctar, provocando a los sentidos. El calor va subiendo implacable, la cercanía de nuestros cuerpos crea un torrente penetrante de intenso ardor. Una, dos, tres, dejo la ultima para el, ahora solo quiero sabor, juntándome en su juego, deslizo mi lengua tras las huidizas gotas que pugnan por entrar en su intimidad.
Atento, Philippe desliza un par de dedos desde abajo, devolviéndolas al alcance de mis labios, sus dedos directos hasta mi son una tentación difícil de no morder, nuestros ojos conectan mientras saboreo los sabores que se encuentran en el, soltando los dientes me dedico a succionar y mamar sedienta. Rozo su dura piel por mis dientes, mi lengua se desliza entre sus dedos, separándolos, hundiéndolos en mi boca, saboreando cada resto, cada detalle y creando ganas, ganas de mas.

-        Acércate vida, quiero mas néctar....

Cojo la jarra de néctar y vierto sobre el miembro erguido de Philippe unas gotas de tan preciado manjar, para seguir saboreando en mi boca tan exótico placer. Succiono poco a poco, rodeo con mi lengua, buscando entre cada pliegue, entre cada rincón oculto el mas mínimo rastro de tan delicioso néctar, con pequeños lametones sin dejar ninguna parte sin ser chupada, cada vez mas voluminosa, va ocupando cada vez mas espacio dentro de mi boca, teniendo mas donde repasar y gozar, largos lenguetazos de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, con un una especial dedicación en el capullo, que siempre gusta de una profusa succión. Siento como dentro de mi boca comienza a vibrar, siento como por su venas corre ardiente su sangre, sus latidos en mi boca me avisan de estar mas que preparado para dar placer en la gruta ardiente de mi querida amiga.
Muerdo certera el ultimo pedazo de plátano depositado sobre su clítoris, dejo que mis labios se diviertan con la sensación de su calor en mi boca, mientras paladeo la combinación de sabores, la beso con insistencia, su vientre tembloroso indica lo eficaz de mis actos. Se frota contra mi buscando mas, queriendo mas, sus manos en mi cabeza presionan declarando abiertamente sus intenciones, para que luchar, mejor continuar, darle mas, sentirla mas, amarla mas.


Ágil como su cualidad felina le otorga, Aruna gira su cabeza en un grácil movimiento, despegando tan solo un segundo su boca del sexo húmedo de nuestra amante, para  indicarme con firmeza:

-        Penetrala!! Ahora!! Hazla sentirte mi amor!!

Agarrando con su delicada mano mi provocado miembro, coloco precisa la punta donde se dilataban los pétalos de tan hermosa flor, su interior candente me abrasaba la piel, podía sentir como las paredes de su coño apretaban buscando succionarme.

-        No me hagas rogar – como un suspiro roto salió de la garganta de Bianca
-        Empuja mi vida!

Con un golpe seco, hundí por completo mi polla en su suplicante sexo. Un frenético e impulsivo vaivén tomo control de la situación, proporcionándole una serie de profundas y potentes sacudidas, el contacto de nuestros cuerpos creaba un palmeteo constante que animaba aun mas el aliento de Aruna que comenzaba a tocarse su sexo presa de una excitación insaciable, mientras compartía su lengua y su boca con nuestra caliente compañera. La imagen de ambas entregadas a la pasión de su cuerpo, azoraba mis movimientos, Bianca rompía la tranquilidad del medio día de la selva con un potente gemido, continuado por convulsivas agitaciones, que apunto estuvieron de lograr exprimir cada gota de semen de mis testículos.

El despertador musical había sido programado con anterioridad por Aruna, que no soportaba la idea de dormir mucho de día, para ella el sueño se recupera en la noche, la potente y alegre música de Ray Charles comenzó a llenar el ambiente de su magia, I´ve Got a Woman es de esas canciones con la enorme gracia de llenarnos el espíritu y hacernos danzar en una explosión de felicidad. Su aparición en este momento, sin duda una delicia.

Verla danzar, llena de vida, frente a mi, hace que me levante para besarla con frenesí y acompañarla en sus sensuales a la par que divertidos movimientos. Las risas se apoderan de Bianca, que rápidamente nos acompaña en tan apasionante baile.  Nuestros cuerpos liberados intercambian caricias y coqueterías, plenitud y goce.



Me toca, es mi turno, voy por el, lo reto con las piernas, un cruce, una apertura, le rozo con mi sexo sobre sus poderosos músculos, agarro su miembro, le masturbo suave, le subo la piel y vuelvo a bajársela,  me encanta hacerlo suspirar, si suspirar. Su labio carnoso me esta pidiendo que lo muerda.

-        Listo o no, me tocas amor.....
-        Para ti siempre mi vida

Le muerdo, le beso, quiero comerme su boca, nadie jamás derritió la mía con tanta facilidad, solo un beso para hacerme suya, dos para desvanecerme. Situándome de rodillas sobre la alfombra, le expongo exuberante todo mi sexo, arqueándome mientras me contoneo, Bianca siempre dispuesta, agarra con firmeza mis nalgas, separándolas, manoseándolas, mostrándole a Philippe claro y despejado el camino, con una confianza propia de quien a recorrido incluso a ciegas ese camino, me penetra seguro y  medido, ni rápido ni lento, justo, exacto, casi matemático, con la velocidad que mi cuerpo pide, para sentir cada paso, cada contacto. Una vez conquistada mi sima, el resto de mi cuerpo le pertenece, es suyo, para su disfrute.

-        Vamos corazón, haz gritar nuestra hembra – colocándose tras Philippe, Bianca comienza a empujarle desde sus nalgas, provocando que la erecta y vigorosa sexualidad masculina, penetre con violencia chocando con lo mas hondo de mi interior. Su boca traviesa devora el fornido cuello de nuestro semental, dejándole un rastro de oscuros chupetones, las lobas siempre marcan su territorio.

Un conjunto de destellos se empiezan agolpar en el interior de mis retinas, convirtiendo la oscuridad en luz y desconfigurando el mundo real, lo puedo sentir arder dentro de mi, las paredes de mi interior se queman con su contacto, vibran salvajes, a cada golpe y embestida. El momento que su chorro cálido, abundante, y aun mas penetrante semen entra en mi, una contracción brutal recorre los músculos de mi estómago, mi interior no da mas de si, gimo, suspiro, mis manos se agarran con una fuerza inusitada en su marcado cuello, la tensión de mi cuerpo reacciona soltando por cada poro de mi piel un sudor cargado de feromonas.

Y de nuevo silencio, los cuerpos, rendidos, extasiados, descansan apiñados buscando recomponer los sentidos, recuperar el aliento, después de calmada la sed. Un momento de pausa, no demasiado largo cerca de la hiperactiva Bianca.

-        Chicos tenemos mucho que montar, así que a la ducha pero de uno en uno – la cómica expresión y el dictador dedo que nos apuntaba hizo que las risas brotaran de los tres.
-        De acuerdo, pues empiezo yo que la lista de pedidos es un poco larga

Las dos no pudimos evitar piropear sus bellas, poderosas y bien puestas nalgas, mientras nos daba la espalda para ir al baño, sus graciosos contoneos no hicieron mas que permitir subir un paso mas nuestra complicidad y buen humor.

Ver parte 9

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Wald Elfi



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