Delicado, muy delicado, su mano
acaricia con una suavidad angelical mis cabellos, mientras sus labios cargados
de ternura depositan un maravilloso despertar sobre los míos, abro los ojos,
puedo ver esa cara plena de travesura.
Me invita a tomar una ducha con el,
sino prefiero comenzar directamente con un bocado de fruta. Reclinándome sobre
la cama puedo contemplar una escena que excita tremendamente todo mi cuerpo,
Bianca tumbada sobre la gran y baja mesa cubierta exclusivamente por bocados
exquisitos de fruta nos esperaba para servirnos el desayuno sobre su piel.
Con un tremendo beso le di a mi
amor las gracias por tan gratificante y energético manjar.
-
Que tal por el rió?
-
Fantástico como siempre......vi la fruta, Bianca, te
recordé......espero lo disfrutes.....
-
Por supuesto mi vida!!
Saltando como una gacela, Aruna
sale apremiándose hasta encontrarse justo delante de Bianca, dejando las manos
en la cintura, contonea su cuerpo con provocación, su sonrisa aumenta sin parar
y sus dientes muerden su lengua con impaciencia.
-
Estas tremenda amor!!
-
Toda para ti corazón....aunque si quieres le dejamos un poco a
Philippe, seguro tendrá apetito
-
Que abras echo con el, sinvergüenza... – expreso Aruna en tono
jocoso
-
Nada que tu no hicieses....
Las carcajadas salen explosiva de
ambas, Aruna con premura, se arrima colocando las manos sobre el cuerpo de
Bianca, tratando de contener la fruta sobre el palpitante cuerpo. Unen sus
labios, susurrando Aruna unas mudas palabras sobre los labios de su ardiente
partenaire.
-
No tardes mucho
-
No dudes que no lo haré...si quieres puedes ir empezando mi
vida
Su guiño es una señal inequívoca de
que la invitación es real y mi estomago me indica que un poco de fruta me
vendrá muy bien.
Un poco de suave mamao es sin duda
el bocado perfecto para romper el ayuno de la noche y la larga mañana, en
ningún lugar del mundo sabe la papaya como en Bahía, bueno quizás en Rió Grande
do Norte, además lo he colocado sobre los lugares mas inocentes, lo picante se
lo dejare a mi gata.
No llego a introducir por completo
el dulce pedazo en mi boca, cuando siento la mano de Aruna apoyarse sobre mi
espalda, con el pelo recogido y tras haberse lavado la cara con un poco de agua
fría, esta allí dispuesta a dar inicio a nuestro sexual desayuno, por llamarlo
de alguna manera ya que es mas bien la hora del almuerzo.
-
Hoy no estoy muy paciente, me voy directa por tus tetas
-
Como quieras corazón, estoy toda para ti, para ustedes...
El primer bocado va ser un poco de
piña fresca, una fina rodaja rodea por completo su oscuro pezón, el apetito
aprieta, antes del juego necesito comer un poco. Abriendo por completo mi boca
absorbo la rodaja, jugosa y dulce, humedece la totalidad de mi boca despertando
mis sentidos.
Philippe por su parte se deleita
con bocados colocados sobre su estomago, variedad de frutas, cortadas con
cuidado y depositadas con una tranquilidad solo al alcance de diestros
practicantes de los juegos del amor, acostumbrados a disfrutar con los placeres
más humanos. Sus ojos buscan mi rostro, buscando mi permiso para continuar por los
reinos de la excitación. Acercándome para besarlo le invito a despejar el sexo
de nuestra ardiente bandeja. Quiero verle penetrarla, darla placer, quiero ver
mi hombre satisfaciendo los instintos mas salvajes de tan sensual mujer.
-
Esta todo riquísimo, que dicha teneros, sois magníficos!
-
La fortuna es tenerte con nosotros
Los labios de Aruna, tras dejar mi
boca continuar deleitándose con tan energéticos frutos, vuelven aferrarse en la
labor de despejar los suntuosos pechos de nuestra compañera de aventuras.
Absorbe cada pedazo con ferocidad devorando cada rastro de fruta, divirtiendo
su lengua en el ardiente placer de retozar con los duros pezones de sabor
tropical.
Baja hasta mi altura, un bocado de
plátano, otro de mamao, un encuentro con mis labios, una sonrisa cómplice, un
roce de lenguas, pasión a punto del desenfreno.
Justo entre sus piernas comienzo a
derramar miel de cacao sobre largas tiras de banana, un bocado delicioso,
prohibido para el paladar de mentes cerradas y frías. Es verme verter tan dulce
néctar y devolver su boca al alcance de la mía, juntos comenzamos a devorar
nuestro exclusivo desayuno.
-
Da un gusto comer con estas ganas
-
Devóralo todo mi vida, es delicioso sentir la miel recorrerme
La lengua de Philippe, se esfuerza
en recuperar cada gota que cae por la intimidad, en búsqueda de los rincones
mas placenteros del cuerpo de nuestra amante. Nunca pude imaginar el goce que
me daría verlo en semejante situación, pero un ardor me recorría sintiendo como
si cada golpe de su lengua fuera directo sobre mi, recordando mi cuerpo todas
las caricias de su lengua en el pasado.
Mientras Bianca comienza agitarse
con levedad, voy devorando cada pedazo de fruta por su vientre, en búsqueda de
tan maravillosa miel, el primer bocado que junta los sabores de la fruta y el
néctar en mi boca, me hace notar la humedad de mi vagina. Sigo saciando mi
apetito, con las estupendas tiras de plátano que aun ocultan el excitado y
caliente sexo deseoso de mas, mucho mas.
Nuestras bocas se encuentran de
nuevo en un juego salvaje y delicado, limpiando el néctar, provocando a los
sentidos. El calor va subiendo implacable, la cercanía de nuestros cuerpos crea
un torrente penetrante de intenso ardor. Una, dos, tres, dejo la ultima para
el, ahora solo quiero sabor, juntándome en su juego, deslizo mi lengua tras las
huidizas gotas que pugnan por entrar en su intimidad.
Atento, Philippe desliza un par de
dedos desde abajo, devolviéndolas al alcance de mis labios, sus dedos directos
hasta mi son una tentación difícil de no morder, nuestros ojos conectan
mientras saboreo los sabores que se encuentran en el, soltando los dientes me
dedico a succionar y mamar sedienta. Rozo su dura piel por mis dientes, mi
lengua se desliza entre sus dedos, separándolos, hundiéndolos en mi boca, saboreando
cada resto, cada detalle y creando ganas, ganas de mas.
-
Acércate vida, quiero mas néctar....
Cojo la jarra de néctar y vierto
sobre el miembro erguido de Philippe unas gotas de tan preciado manjar, para
seguir saboreando en mi boca tan exótico placer. Succiono poco a poco, rodeo
con mi lengua, buscando entre cada pliegue, entre cada rincón oculto el mas
mínimo rastro de tan delicioso néctar, con pequeños lametones sin dejar ninguna
parte sin ser chupada, cada vez mas voluminosa, va ocupando cada vez mas
espacio dentro de mi boca, teniendo mas donde repasar y gozar, largos
lenguetazos de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, con un una especial
dedicación en el capullo, que siempre gusta de una profusa succión. Siento como
dentro de mi boca comienza a vibrar, siento como por su venas corre ardiente su
sangre, sus latidos en mi boca me avisan de estar mas que preparado para dar
placer en la gruta ardiente de mi querida amiga.
Muerdo certera el ultimo pedazo de
plátano depositado sobre su clítoris, dejo que mis labios se diviertan con la
sensación de su calor en mi boca, mientras paladeo la combinación de sabores,
la beso con insistencia, su vientre tembloroso indica lo eficaz de mis actos.
Se frota contra mi buscando mas, queriendo mas, sus manos en mi cabeza
presionan declarando abiertamente sus intenciones, para que luchar, mejor
continuar, darle mas, sentirla mas, amarla mas.
Ágil como su cualidad felina le
otorga, Aruna gira su cabeza en un grácil movimiento, despegando tan solo un
segundo su boca del sexo húmedo de nuestra amante, para indicarme con firmeza:
-
Penetrala!! Ahora!! Hazla sentirte mi amor!!
Agarrando con su delicada mano mi
provocado miembro, coloco precisa la punta donde se dilataban los pétalos de
tan hermosa flor, su interior candente me abrasaba la piel, podía sentir como
las paredes de su coño apretaban buscando succionarme.
-
No me hagas rogar – como un suspiro roto salió de la garganta
de Bianca
-
Empuja mi vida!
Con un golpe seco, hundí por
completo mi polla en su suplicante sexo. Un frenético e impulsivo vaivén tomo
control de la situación, proporcionándole una serie de profundas y potentes
sacudidas, el contacto de nuestros cuerpos creaba un palmeteo constante que
animaba aun mas el aliento de Aruna que comenzaba a tocarse su sexo presa de
una excitación insaciable, mientras compartía su lengua y su boca con nuestra
caliente compañera. La imagen de ambas entregadas a la pasión de su cuerpo,
azoraba mis movimientos, Bianca rompía la tranquilidad del medio día de la
selva con un potente gemido, continuado por convulsivas agitaciones, que apunto
estuvieron de lograr exprimir cada gota de semen de mis testículos.
El despertador musical había sido
programado con anterioridad por Aruna, que no soportaba la idea de dormir mucho
de día, para ella el sueño se recupera en la noche, la potente y alegre música
de Ray Charles comenzó a llenar el ambiente de su magia, I´ve Got a Woman es de
esas canciones con la enorme gracia de llenarnos el espíritu y hacernos danzar
en una explosión de felicidad. Su aparición en este momento, sin duda una
delicia.
Verla danzar, llena de vida, frente
a mi, hace que me levante para besarla con frenesí y acompañarla en sus
sensuales a la par que divertidos movimientos. Las risas se apoderan de Bianca,
que rápidamente nos acompaña en tan apasionante baile. Nuestros cuerpos liberados intercambian
caricias y coqueterías, plenitud y goce.
Me toca, es mi turno, voy por el,
lo reto con las piernas, un cruce, una apertura, le rozo con mi sexo sobre sus
poderosos músculos, agarro su miembro, le masturbo suave, le subo la piel y
vuelvo a bajársela, me encanta hacerlo
suspirar, si suspirar. Su labio carnoso me esta pidiendo que lo muerda.
-
Listo o no, me tocas amor.....
-
Para ti siempre mi vida
Le muerdo, le beso, quiero comerme
su boca, nadie jamás derritió la mía con tanta facilidad, solo un beso para
hacerme suya, dos para desvanecerme. Situándome de rodillas sobre la alfombra,
le expongo exuberante todo mi sexo, arqueándome mientras me contoneo, Bianca siempre
dispuesta, agarra con firmeza mis nalgas, separándolas, manoseándolas,
mostrándole a Philippe claro y despejado el camino, con una confianza propia de
quien a recorrido incluso a ciegas ese camino, me penetra seguro y medido, ni rápido ni lento, justo, exacto,
casi matemático, con la velocidad que mi cuerpo pide, para sentir cada paso,
cada contacto. Una vez conquistada mi sima, el resto de mi cuerpo le pertenece,
es suyo, para su disfrute.
-
Vamos corazón, haz gritar nuestra hembra – colocándose tras Philippe,
Bianca comienza a empujarle desde sus nalgas, provocando que la erecta y
vigorosa sexualidad masculina, penetre con violencia chocando con lo mas hondo
de mi interior. Su boca traviesa devora el fornido cuello de nuestro
semental, dejándole un rastro de oscuros chupetones, las lobas siempre marcan
su territorio.
Un conjunto de destellos se
empiezan agolpar en el interior de mis retinas, convirtiendo la oscuridad en
luz y desconfigurando el mundo real, lo puedo sentir arder dentro de mi, las paredes
de mi interior se queman con su contacto, vibran salvajes, a cada golpe y
embestida. El momento que su chorro cálido, abundante, y aun mas penetrante
semen entra en mi, una contracción brutal recorre los músculos de mi estómago,
mi interior no da mas de si, gimo, suspiro, mis manos se agarran con una fuerza
inusitada en su marcado cuello, la tensión de mi cuerpo reacciona soltando por
cada poro de mi piel un sudor cargado de feromonas.
Y de nuevo silencio, los cuerpos,
rendidos, extasiados, descansan apiñados buscando recomponer los sentidos,
recuperar el aliento, después de calmada la sed. Un momento de pausa, no
demasiado largo cerca de la hiperactiva Bianca.
-
Chicos tenemos mucho que montar, así que a la ducha pero de
uno en uno – la cómica expresión y el dictador dedo que nos apuntaba hizo que
las risas brotaran de los tres.
-
De acuerdo, pues empiezo yo que la lista de pedidos es un poco
larga
Ver parte 9
Ver parte 11
Wald Elfi
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