Bienvenid@s a el Baúl de Elfi, un lugar donde explorar el erotismo y la sensualidad con los cinco sentidos.

miércoles, 25 de marzo de 2015

La Calidez. Parte 14

Me encanta iniciar el día con sus mimos y caricias, callado, observándome en silencio al mismo tiempo que juguetea con mis cabellos entre sus dedos, recorriendo mi cuerpo con sus ojos cargados de morbo mientras contiene sus manos para dejarme despertarme a mi ritmo, sin prisas, solo caricias, solo mimos.

-        Buenos días tesoro
-        Hola amor – mientras me estiro y saco las ultimas gotas de sueño que aun quedan en mi – ¿llevas mucho despierto?
-        Acabo de abrir los ojos, no he salido de la cama siquiera

Esta radiante, el sol y la humedad de la selva le sienta genial, me encanta verlo recién afeitado, su barbilla, su mandíbula,  sus labios, esos labios que tan fácilmente me vuelven loca.

-        Tenemos la mañana para nosotros, ¿qué te apetece?
-        Pues no estaría mal pasar la mañana en la playa...así nos vamos bien bronceados.
-        Pues listo vamos para la ducha

Sale de la cama como un potrillo desbocado, no me besa ni nada y sabe que eso no me gusta.

-        Eh!! ¿Que pasa contigo?¿Y mis besos?
-        Venga flojilla, sal de la cama

Se gira y me lanza un beso, esta risueño, divertido y su tono de voz es especialmente calmado, con lo poco que le gusta volar me extraña que este tan tranquilo.

-        Venga a que esperas, voy encendiendo la ducha
-        Vaaale vooooy – por mi me quedaba en la cama y mas con ese cuerpo, hay mi niño – ¿de veras que no prefieres cinco minutitos en la cama?
-        Vamos no te resista que será peor cuanto mas lo pienses, veras como te alegras cuando lleguemos a la playa.



Ufff mi playa, no se como voy aguantar todo un año sin pisarla, pero a veces los deberes mandan y ahora toca cumplir con las obligaciones. La familia, cuantas cosas hacemos por ella, a veces, incluso anteponemos nuestra propia felicidad a su bienestar y aunque mi alma quiere quedarse aquí para siempre se que nos toca volver.

El día esta espectacular, es una maravilla poder estar aquí en este momento, los dos juntos, sin prisas, solo el, yo y la madre naturaleza, una salvaje y casi virgen madre naturaleza.
Un par de pequeños botes a remo son todos los inquilinos en la actualidad de tan magnifica franja de costa, es increíble poder vivir a menos de veinte minutos de un lugar tan privilegiado.
El par de barracas que durante la época de mayor afluencia de turistas no suelen cerrar en todo el día, permanecen cerradas y en calma. El silencio que domina el ambiente es abrumador, las conexiones cerebrales se calman, y por un instante la riada de pensamientos que inundan mi cabeza se aplacan por completo.

-        ¿Dónde te apetece que nos pongamos?
-        Me da igual, elige tu.....
-        Que te gusta, ¿Para que te pregunto?.....venga vale, vamos a la duna, encima de los cocoteros, con suerte el manantial tiene agua y es un lugar perfecto para descansar por la mañana que aun no hace demasiada calor
-        Ves...¿si sabes elegir perfectamente para que me preguntas?
-        Como eres....
-        No seré para tanto – en el fondo que me gusta escucharlo, su voz fuerte y masculina, mi adorable gruñón...

La situación es privilegiada, intima y recogida pero con vistas sobre la cala completa, la inmaculada arena descansa del acoso continuo de las olas, la bajamar deja ante nosotros una extensión de arena suficiente para celebrar un gran concierto, por fortuna el lugar esta a salvo de semejante evento, el difícil camino de acceso imposible para vehículos, y la condición de ser un espacio protegido lo impiden.
Pareos colocado, la ligera sombra de los bajos matorrales es estupenda a la hora de colocar la cabeza, con el despiste el sombrero se quedo sobre la mesa, así que mejor a la sombra. El pequeño manantial que nace espontáneo, libre, en medio de la duna es un lugar que transporta a Philippe hasta las costas del sur de Cádiz, costas mágicas, únicas, capaces de aparecer en tu cabeza a pesar de encontrarte en lugares de incomparable belleza, Tarifa, Bolonia, Caños de Meca... cuantos momentos.
Ahora solo quiero descansar, broncear mi cuerpo con el sol tropical, llenarme con la potencia de este continente. Una suave brisa acompaña como de costumbre nuestro reposo, el frescor que el aire arranca del agua del mar, potencia el placer de estar tumbada sobre la arena, es impresionante la elevada  calor que ya acumula el suelo, contando que tan solo llevara una hora el sol dando sobre el.

-        Voy a nadar un poco que esta la mar calmada
-        Ahora te alcanzo, primero voy a coger algo de calor, igual ando un poco antes de lanzarme.
-        Ok, te veo en la orilla

En verdad no me apetece mucho mojarme, de momento prefiero esperarle tranquila aquí, mucho no tardara en volver, aunque quizás un chapuzón antes de tomar el sol venga bien, así me quito el sudor y me pongo la crema.

Es increíble lo que calienta el suelo bajo mis pies, la vuelta hasta el pareo va ser corriendo sin duda, venga Aruna, un poco mas y estamos en el agua, hoy parece que va ser uno de los días mas calurosos del verano, como voy a extrañar todo este calor. El  frescor del agua relaja mis pies, es el momento ideal, un chapuzón y a correr al pareo.

Que placer, la intensidad justa de sol, la sombra necesaria, calor, con tan solo un pensamiento mi corazón comienza a palpitar con  gran intensidad todo mi cuerpo se estremece, mi respiración se altera, escalofríos electrizantes atraviesan todo mi ser, mi temperatura corporal se eleva, y suavemente mi libido va encendiendo cada una de mis zonas erógenas, una traviesa sonrisa aparece entre mis labios, mientras una de mis manos se desliza suavemente entre los muslos separándolos levemente, la distancia justa para poder acariciarme, me deleito en cada milímetro de voluptuosa vulva, que reacciona entreabriéndose a cada pasada queriendo apresar mis dedos, ellos juguetean en un vaivén haciéndose esperar un poquito mas, humedeciendo toda mi intimidad que termina por absorber mis dedos dentro de mi ser, a la vez que unos suaves suspiros escapan de mi boca. Mis dedos se centran por fin en mi botón del placer con unos toquecitos intermitentes con rotación que me hacen perder los sentidos, mis ojos se entrecierran y mi cuerpo se estremece, se convulsiona ligeramente y el deseado orgasmo irrumpe con toda su fuerza inundando todo mi sentir.

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Wald Elfi


2 comentarios:

  1. Llevo buen rato perdida entre letras....y qué letras!!! No se cómo no he descubierto este lugar dónde evadirse antes... rezuma erotismo y sensibilidad por todas partes...y esa forma de describir sensaciones con naturalidad sin rozar lo vulgar me parece irremediablemente enganchante....
    Me quedaré por aquí....enhorabuena por el blog y por las letras...
    un saludo

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  2. Es un verdadero placer leer comentarios como el tuyo, muchísimas gracias, esperamos tenerte entre nosotros por mucho tiempo y que lo sigas disfrutando con la misma intensidad
    Un saludo y su cálido abrazo correspondiente.
    Pasión y Dulzura.

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